Y es que madre no hay más que una. Y no la cambio por nada de este mundo, por nada. Posiblemente sea la persona que más me quiera, y seguro que yo sea la que más la quiere a ella. Ella a sido la que me dio la vida, y es que yo la daría por ella. Y la pido perdón por los disgustos que la haya podido dar. Y la doy las gracias por todo. Por estar cuando peor estoy, por ayudarme en los peores momentos, por sacarme una sonrisa cuando lo creía imposible. Que a veces me  basta con su mirada para darme cuenta de las cosas. Y a veces me sobra con su sonrisa que me hace mirar hacia delante. Que nunca la voy a faltar, nunca. Por que ella ha sido, es y será siempre mi gran apoyo.