Cuando crees que por fin ya todo va bien. Cuando empiezas a volver a sonreír. Cuando piensas que ya vas a poder ser feliz, de repente pasa algo que te desconcierta. Que te hace volver a caer en la mista trampa. En su misma trampa. La de siempre. Y es que de tantos golpes que te llevas, ya no duelen, pero no dejan se ser golpes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario